martes, 17 de mayo de 2011

Populismo


El Populismo de Perón.

El rostro de Dios en las tinieblas.

Es por eso que cuanto más trato a los hombres, más amo a Perón. Me refiero a los hombres que se erigen en dirigentes, y que son falsos apóstoles, que lo único que quieren es llegar, para, después de llegar traicionar. Por eso, cuando veo, en este mundo de sombras y egoísmos que se levanta la voz justicialista de nuestro Peronismo, me acuerdo siempre de aquello que dijo León Bloy: Napoleón es el rostro de Dios en las tinieblas. Acepto para nosotros esta frase por lo que significa, y, plagiando un poco a León Bloy, digo que para nosotros, y con mucha justicia y gran certeza, Perón es el rostro de Dios en la oscuridad, sobre todo en la oscuridad de este momento por que atraviesa la humanidad.

Extraído de "Historia del Peronismo". de Eva Perón.

La fundación se encargó de la construcción de hogares de tránsito, escuelas de enfermería, ciudades estudiantiles, colonias de vacaciones, hogares para ancianos y clínicas de recuperación infantil. Edificaron más de mil escuelas en todo el país y construyeron modernas policlínicas en el Gran Buenos Aires y las provincias del Norte y del Litoral. A la vez, se encargaron de organizar los Campeonatos Infantiles Evita, que permitieron a miles de chicos calzarse medias y zapatos por primera vez y, también por primera vez, tener una revisacion médica completa.

Gino Germani en su libro Política y Sociedad dice El peronismo es un fascismo basado en el proletariado y con una oposición democrática representada por las clases medias, a diferencia del modelo italiano que ha sido una ideología de la clase media. El fascismo italiano contó con el apoyo de las clases medias urbanas, es decir el 60% de la población, trabajadores agrícolas el 25%, lumpenproletariado y obreros desocupados el 15%. El peronismo, en cambio, se formo sobre la base de grandes sectores de trabajadores urbanos y rurales. Hagamos un rápido repaso de las críticas más estereotipadas que se le han hecho al peronismo:

EL PERONISMO FUE UN GOBIERNO TOTALITARIO.

Esto es falso, por varios motivos. Perón llego al poder por medio del sufragio universa, en elecciones no fraudulentas. A pesar de la creación del Partido Único de la Revolución Nacional, luego Partido Peronista, no fue aquello más que una exageración semántica. Durante su gobierno funcionó el sistema partidario aunque el gobierno persiguió y detuvo a dirigentes de la oposición. Un gobierno totalitario como el de Stalin, Pinochet, Videla, Mussolini, hubiera eliminado la actividad partidaria de cualquier tipo, y auto adjudicándose la voluntad popular, no hubiera llamado a elecciones libres.

Extraído de "Argentinos" de Jorge Lanata.


Las posibilidades de la expansión hacia afuera llegan a su fin, por lo que los recursos provenientes del exterior se hacen cada vez más escasos. Drásticamente se reducen también las posibilidades de importar productos manufacturados, hecho que inicia un proceso de sustitución de importaciones que cimentara una industria de carácter local.

En referencia al frente interno hay que hacer mención al vínculo que unió desde un principio a Perón con los trabajadores. En un primer momento el discurso del peronismo, sobre todo después de haber ganado las primeras elecciones, fue amplio dado que el objetivo de Perón era situarse por encima e intermediando a la vez entre los diversos sectores sociales. Por lo tanto las nociones de antagonismo de clase eran en principio descartadas de la propaganda oficial.


Socialización política y discurso populista: el caso de los libros de textos peronistas.

En una lectura incluida en el texto Cajita de Música, por ejemplo, aparece un niño visitando la granja de sus primos. Uno de los primos lleva al protagonista de la historia a un galpón donde guardaban moderna maquinaria. Se produce el siguiente dialogo

-Ahora, dice Ernesto, no perdemos nada de la cosecha como otros años. Cada máquina simplifica el trabajo con lo que se gana tiempo y dinero.

-Habrá costado muchísimo, ¿ verdad?

-Esto es ayuda del General Perón. Como el quiere que los trabajadores del campo mejoremos todo lo posible, nos adelanta el dinero que necesitamos.

Extraído de "El populismo en España y América" de José Junco y Ricardo González.

Nacionalización de los servicios públicos.

Si algo caracterizó a la política económica del peronismo en su etapa inicial esto fue la nacionalización de los servicios públicos. Con el correr de los años, lo que más se le ha criticado al peronismo han sido los resultados concretos de esa nacionalización de servicios públicos, pues éstos incrementaron los gastos del Estado en forma desproporcionada y deterioraron en casi todos los casos la calidad de las prestaciones. (...) Pero (...) lo que más se discutía era la forma en que se hacían las negociaciones con las compañías extranjeras, a las que se concedió un tratamiento que irritaba a los opositores porque se pagaban indemnizaciones consideradas excesivas. Extraído de "La primera presidencia de Perón" de Hugo Gambini.
















martes, 12 de abril de 2011

GUERRA FRÍA

BREVE RESEÑA

La Guerra Fría fue un conflicto de carácter político, económico y social entre el capitalismo y el comunismo, cuyos antecedentes se remontan a 1917, con el triunfo de la Revolución comunista en Rusia. Esta lucha se mantuvo latente por casi tres décadas, alcanzando su máxima expresión una vez que los líderes indiscutidos de cada uno de los bandos -EEUU y URSS- se instalaron en la cúspide del escenario internacional, quedando frente a frente en mitad del continente Europeo; allí, hasta donde sus ejércitos habían logrado llegar en la arremetida contra las tropas nazis.Una vez derrotado el enemigo común en 1945, ya no hubo razones para llegar a acuerdos, cada bando afianzó su poder e influencia en las áreas ocupadas y se estabilizó de ese modo la bipolarización del mundo, la cual sólo se derrumbó con la caída del Muro de Berlín ydefinitivamente con el fin de la URSS en 1991

La Doctrina Truman. 1947

Uno de los objetivos fundamentales de la política exterior de Estados Unidos es la creación de condiciones en las cuales nosotros y otras naciones podamos forjar una manera de vivir libre de coacción. Esta fue una de las causas fundamentales de la guerra con Alemania y el Japón. Nuestra victoria se logró sobre países que pretendían imponer su voluntad y su modo de vivir a otras naciones. Para asegurar el desenvolvimiento pacífico de las naciones libres de toda coacción, Estados Unidos ha tomado parte preponderante en las Naciones Unidas. Estas están destinadas a posibilitar el mantenimiento de la libertad y la soberanía de todos sus miembros. Sin embargo, no alcanzaremos nuestros objetivos a menos que estemos dispuestos a ayudar a los pueblos libres a preservar sus instituciones libres y su integridad nacional frente a los movimientos agresivos que tratan de imponerles regímenes totalitarios. Esto es simplemente reconocer con franqueza que los regímenes totalitarios impuestos a los pueblos libres, por agresiones directas o indirectas, socavan los fundamentos de la paz internacional y, por tanto, la seguridad de los Estados Unidos. En la presente etapa de la historia mundial casi todas las naciones deben elegir entre modos alternativos de vida. Con mucha frecuencia, la decisión no suele ser libre. En varios países del mundo, recientemente, se han implantado por la fuerza regímenes totalitarios, contra la voluntad popular. El gobierno de los Estados Unidos ha levantado frecuentes pro testas contra las coacciones y las intimidaciones realizadas en Polonia, Rumania y Bulgaria, violando el acuerdo de Yalta. Debo afirmar también que en otros países han ocurrido hechos semejantes.
Uno de dichos modos de vida se basa en la voluntad de la mayoría y se distingue por la existencia de instituciones libres, un gobierno representativo, elecciones limpias, garantías a la libertad individual, libertad de palabra y religión y el derecho a vivir sin opresión política.
El otro se basa en la voluntad de una minoría impuesta mediante la fuerza a la mayoría. Descansa en el terror y la opresión, en una prensa y radio controladas, en elecciones fraudulentas y en la supresión de las libertades individuales. Creo que la política de los Estados Unidos debe ayudar a los pueblos que luchan contra las minorías armadas o contra las presiones exteriores que intentan sojuzgarlos. Creo que debemos ayudar a los pueblos libres a cumplir sus propios destinos de la forma que ellos mismos decidan. Creo que nuestra ayuda debe ser principalmente económica y financiera, que es esencial para la estabilidad económica y política. El mundo no es estático y el statu quo no es sagrado. Pero no podemos permitir cambios en el statu quo que violen la Carta de las Naciones Unidas por métodos como la coacción o subterfugios como la infiltración política. Ayudando a las naciones libres e independientes a conservar su independencia, Estados Unidos habrá de poner en práctica los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Basta mirar un mapa para comprender que la supervivencia e integridad de la nación griega tiene gran importancia dentro del marco más amplio de la política mundial. Si Grecia fuera a caer bajo el poder de una minoría armada, el efecto sobre su vecino Turquía, sería inmediato y grave. La confusión y el desorden podrían fácil mente extenderse por todo el Medio Oriente (...).
Si dejáramos de ayudar a Grecia y Turquía en esta hora decisiva, las consecuencias, tanto para Occidente como Orienta, serían de profundo alcance. Debemos pro ceder resuelta e inmediatamente (...). Por lo tanto, pido al Congreso autorización para ayudar a estos dos países con la cantidad de cuatrocientos millones de dólares durante el período que termina el 30 de junio de 1948. Además de dichos fondos, pido al Congreso que apruebe el envío de personal norteamericano civil y militar, a Grecia y Turquía, a petición de aquellos países, para cooperar en la tarea de la re construcción y con el fin de que supervise la utilización de la ayuda financiera y material que lleguen a ser otorgadas (...).
Si vacilamos en nuestra misión de conducción podemos hacer peligrar la paz del mundo y, sin lugar a dudas arriesgaremos el bienestar de nuestra propia nación.
Discurso del presidente Truman ante el Congreso de EE.UU.Washington, 12 de marzo de 1947
El Plan Marshall
6 de junio de 1947
No necesito decirles, señores, que la situación mundial es muy seria (...). Al considerar lo que se precisa para la rehabilitación de Europa, la pérdida física de vida, la destrucción visible de ciudades, factorías, minas y ferrocarriles, fueron correctamente estimadas, pero se ha hecho obvio en los últimos meses que esta destrucción visible era probablemente menos seria que la dislocación de toda la fábrica de la economía europea (...).
La verdad de la cuestión es que las necesidades de Europa para los próximos tres o cuatro años en alimentos y otros productos esenciales procedentes del exterior, principalmente de América, son tan superiores a su presente capacidad de pago, que tienen que recibir una ayuda adicional sustancial o enfrentarse con un deterioro económico, social y político de un carácter muy grave.
El remedio consiste en romper el círculo vicioso y restaurar la confianza de la gente europea en el futuro económico de sus propios países y de Europa como un todo. El fabricante y el granjero a lo largo y ancho de amplias áreas tienen que tener capacidad y voluntad de cambiar sus productos por monedas cuyo valor continuo no esté constantemente en cuestión.
Dejando a un lado el efecto desmoralizador sobre el ancho mundo y las posibilidades de desórdenes resultantes de la desesperación de la gente afectada, las consecuencias para la economía de los Estados Unidos parecen evidentes a todos. Es lógico que los Estados Unidos hagan cuanto esté en su poder para ayudar a volver a una salud económica normal en el mundo, sin la cual no cabe estabilidad política ni paz segura. Nuestra política no va dirigida contra ningún país, ni ninguna doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos. Su objetivo debe ser la vuelta a la vida de una economía operante en el mundo, de forma que permita la aparición de condiciones políticas y sociales en las que puedan existir instituciones libres. Tal ayuda, a mi modo de ver, no debe llevarse a cabo en pedazos a medida que se desarrollen las crisis. Cualquier ayuda que este Gobierno pueda prestar en el futuro debe procurar una cura antes que un simple paliativo.
Cualquier gobierno que esté dispuesto a ayudar en la tarea de la recuperación, encontrará, estoy seguro de ello, plena cooperación por parte del Gobierno de los Estados Unidos. Cualquier gobierno que maniobre para bloquear la recuperación de otros países no puede esperar apoyo de nosotros. Más aún, los gobiernos, partidos políticos o grupos que traten de perpetuar la miseria humana al objeto de aprovecharse de ella políticamente o de otra manera, encontrarán la oposición de los Estados Unidos.
Es ya evidente que, antes de que el Gobierno de los Estados Unidos pueda ir mucho más lejos en sus esfuerzos para aliviar la situación y ayudar a situar al mundo entero en su camino hacia la reconstrucción, tiene que haber algún acuerdo entre los países de Europa en cuanto a lo que requiere la situación y a la parte que estos países mismos tomarán en orden a dar el adecuado efecto a cualquier acción que pueda ser emprendida por este Gobierno. No resultaría ni conveniente ni eficaz para este Gobierno intentar montar unilateralmente un programa encaminado a poner a Europa de pie económicamente. Este es el asunto de los europeos. La iniciativa, pienso yo, tiene que venir de Europa. El papel de este país debe consistir en una ayuda amistosa en la elaboración de un programa europeo y un ulterior apoyo a dicho programa en la medida en que pueda ser práctico para nosotros hacerlo. El programa debería ser un programa combinado, aceptado por un buen número de naciones europeas, si no por todas.
Parte esencial de cualquier acción afortunada por parte de los Estados Unidos es que el pueblo de América comprenda, por su parte. el carácter del problema y los re medios a aplicar. La pasión política y los prejuicios no deben intervenir. Con previsión, y con la voluntad de nuestro pueblo de enfrentarse con la ingente responsabilidad que la historia ha puesto claramente sobre nuestro país, las dificultades que he subrayado pueden ser superadas, y lo serán.
Discurso de George MarshallUniversidad de Harvard 6 de Junio de 1947

La Doctrina Truman y el Plan Marshall desde el punto de vista soviético 1947
Sirvió de pretexto para intensificar la expansión del imperialismo norteamericano en Europa y proclamara abiertamente una política antisoviética la decisión del Gobierno inglés, tomada en febrero de 1947, de retirar sus tropas de Grecia y cesar el apoyo financiero a los círculos gobernantes reaccionarios de Turquía (...)
El 12 de marzo de 1947, Truman solicitó al Congreso norteamericano (...) prestar urgentemente "ayuda" a Grecia y Turquía (...) No trató siquiera de ocultar el carácter militar de la proyectada "ayuda" ni la aspiración de EE.UU. a instalarse en los países beneficiarios de la misma (...)
El mensaje del presidente norteamericano lleno de calumnias groseras contra los países socialistas, llamaba prácticamente a los EE.UU. a asumir el papel de gendarme mundial, o sea, a intervenir en los asuntos de todas las naciones al lado de la re acción y de la contrarrevolución, contribuyendo a la represión del movimiento liberador de todos los pueblos y oponiéndose abiertamente a la revolución y al desarrollo socialista de los Estados (...)
El carácter antisoviético y antisocialista de la política exterior formulada en la "Doctrina Truman" era evidente desde el principio (...)
El Gobierno y la prensa soviética denunciaron enérgicamente la naturaleza imperialista de la "Doctrina Truman". El periódico Pravda señaló en aquellos días que esa "doctrina" significaba una nueva intervención en la vida de otros Estados y que las pretensiones de EE.UU. al papel dirigente de los asuntos internacionales aumentaban al tiempo que crecían las apetencias de los círculos norteamericanos interesados (...)
El 5 de junio de 1947, el Secretario de Estado norteamericano George Marshall señaló, al hacer uso de la palabra en la Universidad de Harvard, que la economía de muchos países de Europa se encontraba en una situación penosa y que los EE.UU. deseaban ayudar a su restablecimiento (...)
Aquel discurso no contenía datos concretos sobre las proporciones de la ayuda a los países europeos, ni sobre las condiciones en que se concedería. Dejaba oculta, claro está, la verdadera razón de ser del nuevo plan norteamericano (...)
Una gran parte de la burguesía de los países europeos, asustada por el crecimiento de las fuerzas del socialismo y de la democracia, aplaudió el discurso. Análoga fue la reacción de los líderes socialistas de derecha (...), pero la Unión Soviética se daba perfectamente cuenta de lo que aquélla significaba en realidad, de cuánto valían las aseveraciones del Gobierno de los EE.UU. respecto a su deseo de ayudar al restablecimiento de los países perjudicados por la guerra. (...)
El Gobierno de los EE.UU. se proponía utilizar sus recursos económicos en la postguerra con fines ajenos a una colaboración internacional equitativa (...)
En 1947, Washington (...) quiso asegurar, por medio de la ayuda prometida, la influencia económica, política y militar dominante de los EE.UU. en los países de Europa Occidental, arruinados por la guerra, detener, valiéndose de la intervención, el ascenso del movimiento revolucionario, que se observaba en muchos de esos países, así como aislar a la URSS y hacer retomar a los cauces del desarrollo capitalista a todos los Estados democrático-populares o, por lo menos, algunos de ellos (...)
Los autores del "Plan Marshall" le asignaban desde el primer momento un papel esencial en el restablecimiento del militarismo alemán, como importante elemento del bloque militar que se creaba, bajo la égida de los EE.UU. dirigido contra la URSS y otros países socialistas. (...)
El Gobierno soviético hacía ver con insistencia que los objetivos del "Plan Marshall" estaban en pugna con la paz y la independencia de los pueblos (...)
Los Gobiernos de los países de democracia popular condenaron a su vez los peligrosos objetivos del imperialismo norteamericano, encubiertos con la apariencia "filantrópica" del "Plan Marshall".
Historia de la Política Exterior de la URSS1974


Análisis del documento
El autor del documento:

El autor del documento es Harry Truman. Político demócrata estadounidense y vicepresidente de la nación en 1944. Tras la muerte de Roosevelt, accedió a la presidencia de los Estados Unidos. Durante su mandato, ordenó el lanzamiento de la primera bomba atómica en Hiroshima y Nagazaki. En 1947 Promovió la ayuda económica a Grecia y a Turquía, impulsó el Plan Marshall, la creación de la OTAN y la intervención en la guerra de Corea. En 1949 comienza su período de presidente electo, el que finaliza en 1953.
Destinatarios, lugar y fecha:
El discurso fue dado a conocer por el Presidente Harry Truman, ante el Congreso Norteamericano, el 12 de marzo de 1947.
Contenido del documento:
1947 es considerado por gran parte de la historiografía como el año de inicio de la Guerra Fría y la Doctrina Truman como su primera manifestación concreta. En efecto, en este año se pasa de las advertencias a los hechos. Ante la renuncia de Inglaterra a la tutela sobre Grecia y Turquía, cuya defensa contra el avance comunista el gobierno norteamericano considerará fundamental, el Presidente norteamericano, Harry Truman, se dirige al congreso para sostener la necesidad de “ayudar a las naciones libres e independientes a mantener su libertad”.[1]
El 12 de marzo de 1947 el Presidente norteamericano Harry Truman, se dirigió al Congreso de EEUU para anunciar un cambio importante en los objetivos y estrategias de la política exterior. La idea central del discurso versaba, esencialmente, entorno a la responsabilidad que debían adoptar los Estados Unidos en defensa del mundo libre frente al asedio de los regímenes totalitarios. En términos concretos, se estaba pidiendo al Congreso la autorización de apoyar económicamente a Grecia y Turquía frente al avance comunista. “Uno de los objetivos fundamentales de la política de EEUU es la creación de condiciones en las cuales nosotros y otras naciones podamos forjar una manera de vivir libre de coacción(...) debemos estar dispuestos a ayudar a los pueblos libres al mantenimiento de sus instituciones libres y su integridad nacional (...)”
“Si dejamos de ayudar a Grecia y a Turquía en esta hora decisiva las consecuencias, tanto para Occidente como Oriente serían de profundo alcance (...) Pido al Congreso la cantidad de 400 millones de dólares durante el período que termina el 30 de junio de 1948”
Según señala Juan Ocaña, “el senador republicano Arthur Vandenberg, partidario de aprobar la ayuda, aconsejó a Truman que para conseguir el apoyo del Congreso debía "asustar de muerte al pueblo norteamericano". Esto fue lo que Truman intentó hacer dibujando en su discurso un mundo dividido en dos tipos de vida, una basada en la libertad y otra en la tiranía”.[2] El Congreso finalmente aprobó una ayuda que se convirtió en el primer acto de la política de "contención" norteamericana.
El discurso viene a significar un hito crucial en el cambio experimentado por las relaciones internacionales. Por una parte el compromiso que Estados Unidos está asumiendo en defensa de Grecia significa el reconocimiento de la inminente decadencia del último país europeo que podría haber jugado como contrapeso en el período de posguerra, este es Gran Bretaña. En este punto debemos recordar que en febrero de 1947, el Ministro de Asuntos Exteriores Británico, Ernest Bevin, hizo saber al Gobierno Norteamericano que Gran Bretaña no podía soportar más la carga que había asumido de ayudar financiera y militarmente a Grecia y a Turquía.[3] Por otra parte, en el discurso se esboza la política que va a caracterizar todo el período abarcado por la Guerra Fría, es decir, la Contención. A través del contenido del discurso podemos evidenciar el modo en que aquellos postulados teóricos propuestos por George Kennan van tomando forma concreta, a través de la política de ayuda económica propuesta por el Presidente Norteamericano, en defensa de los países que se encuentran asediados por la presión comunista. En el discurso concretamente se refiere a Grecia y Turquía. En Grecia se desarrollaba una guerra civil entre un gobierno conservador pro-occidental y guerrillas comunistas, mientras que Turquía se encontraba bajo la presión soviética. Así, con los planteamientos de Truman se ponía en marcha la estrategia de “Contención del Comunismo”.
Según señala Juan Pereira, las reacciones frente al discurso de Truman fueron diversas, no obstante, giraron en torno de la reserva y la oposición. En la ONU no fue bien acogido porque la situación de Grecia estaba siendo sometida a examen en el Consejo de Seguridad, mientras que en Europa la reacción fue de reserva y oposición.[4] Los partidos comunistas de los diversos países de Europa Occidental levantaron la voz de protesta, pero la oposición más contundente llegó desde Moscú.
En el Compendio de Historia de la URSS, la Doctrina Truman es descrita de la siguiente manera: “En 1947 el Presidente Truman proclamó el derecho de los Estados Unidos a inmiscuirse en los asuntos internos de otros países. La primera aplicación práctica de dicha doctrina tuvo lugar en Grecia, donde los fascistas y Monárquicos recibieron una generosa ayuda norteamericana. El segundo campo de aplicación de la Doctrina fue Turquía, que linda con la URSS. Walter Lipman escribía en 1947: No hemos elegido a Turquía y Grecia porque estos países tengan una necesidad especial de ayuda, ni por ser ejemplos brillantes de democracia y libertad, sino porque constituyen la puerta estratégica, que da acceso al Mar Negro y al corazón de la Unión Soviética”.[5] Además, según se señala en la “Historia de la Política Exterior de la URSS”, el discurso de Truman fue entendido como una arremetida militar, donde no se escatimaron “groseras calumnias contra los países socialistas”, por otra parte, también se subrayó el carácter interventor que asumiría EEUU, quien se atribuía a sí mismo “el papel de gendarme mundial”, es decir, reconocía su intención de “intervenir en los asuntos de todas las naciones al lado de la reacción y de la contrarrevolución, contribuyendo a la represión del movimiento liberador de todos los pueblos y oponiéndose abiertamente a la revolución y al desarrollo socialista de los Estados”. Todas estas apreciaciones quedaron expresamente manifestadas en las publicaciones del periódico Pravda, donde se puso énfasis en el carácter antisoviético y antisocialista de la política exterior formulada en la "Doctrina Truman" y también que el carácter concreto de aquella “estaba íntimamente ligado a las apetencias de los círculos económicos interesados”.
Como se puede apreciar, con la Doctrina Truman comienza a perfilarse concretamente la división del mundo en dos bloques. Uno de ellos contó con el apoyo norteamericano, mientras que el otro se enmarcó dentro del campo de influencia soviético. Frente a esto, podemos decir que ambos mundos ya se habían delimitado con el establecimiento de la ocupación militar de pos guerra, no obstante, en 1947 esa ocupación comienza a consolidarse y los campos de influencia se demarcan con claridad en el ámbito europeo. Esto último se hará aun más evidente con la aplicación del Plan de Recuperación Económica
conocido como Plan Marshall.

lunes, 14 de marzo de 2011

Capitalismo

Uruguay educaDefinición de Capitalismo: Sistema económico basado en el principio básico de la búsqueda de beneficio con objeto de invertirlo y así incrementarlo. En este sistema los precios se fijan en el mercado, según las leyes de la oferta y la demanda; no obstante, los mercados puros (con total libertad) son excepcionales. El sistema se comenzó a formar hacia el siglo XVI, pero su extensión y generalización proceden de la Revolución Industrial.
Fuente: "Historia del mundo contemporáneo" de Elena Cabezalí García y Candelas González González.

El proceso del Capitalismo produce estas tres cosas: a) Un aumento espectacular en la producción; b) Consecuentemente, la necesidad creciente de contar con más capital para hacer frente a las exigencias tecnológicas, operativas, organizativas y laborales de ese aumento; c) Concuentemente, la aparición de fuertes, enormes concentraciones de capital "simbólico", es decir, representado por dinero y el crecimiento exponencial de las operaciones de banca, bolsa y todo lo que signifique conservación y circulación de ese capital. Es a la resultante de estos hechos a lo que legítimamente debe llamarse "Capitalismo" en su propio sentido.
Fuente: "Diccionario político" de Aníbal D'Angelo Rodríguez.

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Atención alumnos de 4to año

Aquí está la información disponible para el comienzo de clases. Desde ya mucha suerte.